martes, 8 de julio de 2014

Las cápsulas de café chafadas...

Desde hace uno par de meses estoy disfrutando como enano de una cafetera Tassimo que compré en una oferta. Sí, ya sé que "fíate tú de las ofertas", pero como la cafetera es de la casa BOSCH, pues no me pareció tan mala idea.

Oye tú, mira por dónde, la cafeterilla resultó ser una buena compra. Hace infusiones, chocolates, cafés de varios tipos y hasta leche con espumita.

Y bueno, probando, probando dí con la variedad de café que más me gustó... el Latte Macchiato Caramel, que no es más que un nombre elegante para leche manchada de café endulzada con caramelo.

¡Oi oi oi! que cosa más rica, ahí con su espumita y su regustillo a caramelo... una delicia. Lo malo es que las capsulitas (¿os mencioné que la cafetera funciona con capsulitas?) de esta variedad sólo se pueden comprar en la página de Tassimo... o al menos en Alicante no las hay.

Así que ahí me tenéis gastando para comprar paquetitos de cápsulas que me llegan directamente a mi casa. Y yo todo contento... ¡¡¡HASTA HOY!!!!

Nunca le quites su café a un adicto a la cafeina. Esta tarde estaba abriendo mi último paquete de café cuándo "Oh mein Gott!", había café regado en el interior del empaque.



Y yo "tranquilo... tal vez se trate de una muestra gratis"... pero al revisar las cápsulas, oh maldita calamidad, la mitad estaban estropeadas.

 Una de las cápsulas estaba más arruinada que la cara de Megan Fox después del bótox.

 Esta tiene una fisura, si se tratase de un humano le llamaríamos fístula.


No quiero ni imaginar por que terrible sufrimiento han de haber pasado estas pobres capsulitas, pero todo apunta a un pésimo control de calidad en el proceso de envasado.

Me resulta, sin embargo sorprendente que una marca tan respetable como BOSCH tenga el listón tan bajo en un detalle tan sencillo. Espero que su servicio de atención al cliente no sea tan cutre como su proceso de envasado.


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