miércoles, 10 de octubre de 2012

A prueba de balas (me gustaría ser).

Nunca falla, estás tranquilamente plantado frente al ordenador haciendo como que haces, pero en realidad no estás haciendo nada, o sí estás haciendo cosas, como ver fotos de gatos, pero eso no cuenta como algo, porque en realidad no se trata de algo importante... bueno, que estás muy a gusto frente al ordenador y llega tu novia, esposa, o mujer y te dice: - "¿qué prefieres este o esto otro?" 

Aquí estamos hablando de cualquier cosa, puede ser que te están dando a escoger los que vais a cenar o que película vais a ver o mil cosas más. Pero lo realmente importante es QUE TE DA IGUAL.

Pero sabes que la otra persona quiere que escojas lo que ya tiene en mente, o sea que quiere que leas sus pensamientos, y le respondes "escoge tú", por que en verdad te da lo mismo. Pero la otra persona insiste y dice "me da igual, escoge lo que quieras", pero sabes que es mentira, que no le da igual y que, lo que realmente quiere, es que la mires fijamente a los ojos, leas sus intenciones y como por arte de magia sepas lo que está pensando.

Como sabes que, por el momento, es imposible leer pensamientos insistes en la frase de "en serio me da igual". Para estos momentos ya estás empezando a sudar frío ante la inminente amenaza de una pelea, en la que tú tendrás la culpa por ser insensible. 

Y la otra persona sigue insistiendo con una sonrisa, que cada vez parece más un rictus de perturbada mental, "¿entonces este o esto?".

Te encomiendas a Santa Courtney Love, patrona de los que mueren jóvenes y dices lo primero que se te viene a la mente "pues ehhh... no sé... ¿eso?". Se hace una pausa que parece eterna,  tu querida interlocutora comienza a irradiar felicidad por qué escogiste, por puro azar, lo que ella quería desde un principio con el plus de "cariño, ¡cuánto me conoces!".

Justo ahora me siento así :)

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